Cristián Valenzuela

«Mi medalla paralímpica en un tiempo se olvidará y si no sales en la tele, después en Chile ya no existes».

Por: José Antonio Lizana

Hablar de Cristián Valenzuela, es hablar de la máxima figura del atletismo paralímpico en Chile. También es hablar de un ser humano espiritual y de valores sólidos que aprecia la vida a través de su disciplina. El oriundo de Conchalí es un ejemplo de resiliencia en un país donde ser deportista pareciera una condena más que una profesión. Asimismo, su historia personal nos invita a mirar las contrariedades de la vida como una forma de superarnos e ir más allá, incluso de donde nosotros mismos creemos que podemos llegar.

Su palmarés nos dice que en 2011 alcanzó oro en maratón en el Mundial de Nueva Zelanda, y también en 2013, en el Mundial de Francia. En 2012, alcanzó el primer oro paralímpico para Chile en Londres, y en 2014 se llevó oro en 5.000 y en 1.500 en los primeros Juegos Parasuramericanos de Santiago. En 2015, se colgó el oro en los 5.000 metros en el Mundial de Qatar, tras una épica definición con el brasileño Odair Dos Santos. Conozca lo que piensa Cristián Valenzuela, aquí en la Revista Chilena de Atletismo.

Hola, Cristián. 2015 fue un año en el que se colgó un bronce y una plata parapanamericana y un oro mundial. Aun así, sus exigencias siempre están a tope y no culminó la temporada del todo conforme.

Para mí no fue un buen año. Iba sólidamente por un oro a Toronto, y a siete días de la competencia se me presentaron problemas estomacales que me impidieron conseguir los objetivos trazados. Me dolía todo y no di todo lo que podía dar.

Aun así, ¿fue mala la cosecha?

No fue tan mala, pero no era lo que quería, lo que me había trazado y para lo que estaba preparado. Mi entrenador (Ricardo Opazo) me decía que en condiciones normales me hubiese traído los oros en 1.500 y 5.000 metros. Pero las carreras hay que correrlas y siempre puede haber sorpresas. Tampoco subestimo a los rivales.

Entonces, ¿encaró el Mundial de Qatar con ánimo de revancha? ¿Se le iba el año si perdía el oro?

Estaba algo preocupado, porque también perdía las lucas si no ganaba un oro. Aquí, si no revalidas las máximas preseas, te bajan las ayudas. Creo que se deberían becar los logros, quizás en algo de por vida. Por ejemplo, con mi medalla paralímpica de oro en Londres 2012 debería haber recibido una casa o algo que me permita tener una estabilidad. Hoy estoy pensando cómo comprarme una casa, y si me bajan las ayudas, me tendré que ir a vivir a la casa de mi mamá. Eso para mí, sería un retroceso.

¿Hay un conflicto con el IND respecto al pago de un logro por año?

Estamos trabajando con la ministra del Deporte y con nuestros abogados para resolver este inconveniente. Esto atentaría directamente contra nuestro desarrollo. ¿Para qué te vas a esforzar si no te van a pagar todas las medallas? Ellos están interpretando la ley a su modo.

¿Chile tiene mala memoria, Cristián?

Pienso que mi medalla paralímpica en un tiempo se olvidará. Si no sales en la tele, después ya no existes. Estoy vigente hoy día para todos, pero ¿en cinco años más?

Me complica el valor que se le da al deportista. El deportista en Chile tiene un valor desechable. Por eso pienso en hacer otras cosas después del retiro, idealmente hacerme cargo de mis futuras empresas.

En septiembre comienzan los Juegos Paralímpicos de Río 2016. ¿Cuáles son las similitudes entre la ruta a Londres y la de Río?

Han pasado cuatro años y sentía que tenía un cuerpo más joven, pero yo creo que los años no pasan en vano. En este tiempo tuve una lesión importante (tendinopatía aquiliana en ambas piernas) y eso de igual forma te va debilitando.

En Londres se dio todo en lo físico, motivacional y una carrera con la mejor marca de mi historia en 5.000 metros (15’26’26). En ese momento, bajé más de treinta segundos mí otra mejor marca que era de 16’01.

Mi preparación fue en Logroño y allí tuve el gusto y el honor de compartir con la selección paralímpica de atletismo de España. Creo que fue un regalo de Dios. Si Dios no lo hubiese querido, yo no lo hubiera logrado. La consecución de ese logro ha sido lo más hermoso que me ha tocado vivir en el deporte.

¿Cuál será el plan para revalidar el oro paralímpico en Brasil?

Voy a tener dos curvaturas. Voy a competir a Argentina a fines de marzo y luego me voy a Río de Janeiro a fines de mayo. En Río estuve compitiendo en los Parapanamericanos de Río en 2007, donde salí cuarto. Podría decir que conozco un poco el lugar, pero igualmente voy a ir con tiempo para aclimatarme, probar pistas y medirme con mis posibles rivales.

¿Cuáles serán sus guías en la máxima cita paralímpica?

Hasta ahora voy con Raúl Moya y otro campeón de Chile que esté pasando por un buen momento. Serán definiciones que se harán más cercana a la competencia. Todos mis guías han jugado un rol importante en mi carrera. Espero que en esta ocasión sea así también.

¿Será un lindo duelo con el dueño de casa Odair Dos Santos?

¡Claro que será un lindo duelo! En Londres 2012 no estuvo. Tampoco estuvo en Santiago 2014. En los Parapanamericanos de Toronto me ganó, y en el Mundial de Qatar le gané yo. Él es fuerte, pero me prepararé para vencerlo en su propia casa. Tendrá a su público apoyándolo pero sus guías son algo ansiosos y eso les puede pasar la cuenta.

¿Un hipotético oro en Río aleja o acerca el retiro del que ha hablado en algunas entrevistas?

Por lo económico, me dejaría más tranquilo para el retiro. Quiero hacer otras cosas y desarrollarme también en otras actividades. Me gustaría tener un programa de televisión, donde los invitados se tapen los ojos y sientan como un ciego. Hoy estoy en la radio -La Clave- y me gusta, quizás no tengo gran experiencia en los medios, pero estoy aprendiendo.

Creo que pusimos la bandera de Chile en lo más alto del paralimpismo mundial, donde no existíamos. Esto también ha sido posible gracias al tercer lugar de Margarita Faúndez, en Qatar, y también de otros compañeros que seguramente en un futuro nos seguirán dando alegrías.

¿Cuáles son sus metas deportivas más allá de los Juegos Paralímpicos de Río?

Me retiro en 2017, pero me gustaría volver para los Parapanamericanos de Lima en 2019. Me falta esa medalla, pero no me quita el sueño. Me gustaría dedicarme al triatlón y también me gustaría bajar el récord de quince minutos para la prueba de 5.000 metros. Yo sería el primer ciego en lograrlo.

Fotos: Raschid Jure